Alejandro Maldonado 2013 - B&W

Hasta ahora en entradas anteriores hemos establecido cómo construir nuestros personajes de una forma eficaz, incluyendo sus caracteres y su personalidad, pero hemos pasado por alto un aspecto crucial: qué personaje elegir para nuestra obra.

En ocasiones la inspiración nace del mismo personaje, al observar a alguien por la calle que nos llama la atención o llegarnos una idea del comportamiento de una persona hipotética llegamos a la elaboración básica de un personaje y creamos el contexto que será la obra alrededor de él. En otras el proceso es el inverso, tenemos un mensaje que transmitir una historia que convertiremos en el vector que transmitirá ese mensaje y necesitamos introducir un personaje (o varios) que le dé forma. En cualquier caso, el vínculo entre obra y personaje es inevitable y requiere de un tratamiento especial si queremos que el texto funcione.

Ejemplo: Días de Esparto

De cara a los rasgos principales, buscaremos un personaje en todo momento que nos permita implicitar el sentido del texto. Así, si queremos crear una obra como Días de Esparto y nuestro texto va a versar sobre la lucha frente a la vida, los conflictos internos y cómo tratamos de reconstruirnos con más o menos éxito frente a un dolor antiguo que se anquilosa en nuestro interior, un personaje despreocupado, optimista y alegre nos dará muchísimos problemas para profundizar en estos temas, de igual modo que un personaje de bajo nivel cultural, ya que queremos introducir pensamientos de tinte filosófico. El personaje idóneo habrá de ser un protagonista introspectivo, muy reflexivo, pesimista y lo bastante obsesivo como para que le atormenten de manera sistemática vivencias recogidas a lo largo de toda su vida.

En cualquier caso, como ya se indicaba en entradas anteriores, es imprescindible conocer a nuestro personaje antes de empezar a escribir. Necesitamos saber cómo y por qué va a encajar en nuestro texto, y si no lo hace modular sus características hasta convertirlo en el medio idóneo para transmitir nuestra idea.

Si queréis saber más sobre este o cualquier tema relacionado con la creación literaria no os perdáis esta categoría en el blog de Novedades. En la próxima entrada profundizaremos más en este tema, hablando de la evolución del personaje a lo largo de la obra. ¡No os lo perdáis!