
El último libro de Alejandro Maldonado es su estreno en la categoría de ensayo: Rehumanicemos el Mundo. Un texto que busca hacer un llamamiento a la sociedad para involucrar a todos en la construcción de un mundo mejor para todos.
Durante el desarrollo de un ensayo más profundo en esta misma línea, surgió la necesidad de una obra mucho más breve y accesible, con el fin de acercar la situación en que se haya nuestra sociedad al ciudadano de a pie. Lo que se plantea es cómo el desplazamiento progresivo de la Filosofía hacia un rol secundario en nuestra sociedad y nuestro día a día ha propiciado la hegemonía del dinero, que se equipara con el dios de una nueva religión.

La necesidad de recuperar la Filosofía en todos los niveles de la vida no es nueva, pero sí se ha hecho patente su urgencia ante la crisis del COVID-19, en la que en numerosos países y circunstancias se ha antepuesto la Economía a la salud de las personas. Lejos de entrar en la valoración de la gestión de esta crisis, se plantea como un ejemplo más que hace imprescindible su vuelta para dotar a las nuevas generaciones de pensamiento crítico, de elección libre, de herramientas para defenderse de la manipulación mediática y propagandística, de no caer en el efecto de la mala información.
Con este fin se plantea lo que se ha denominado como pseudo-método, un método incompleto que cubre algunos puntos necesarios (aunque no suficientes) para defenderse de este bombardeo informativo que tanto busca la manipulación, al tiempo que se proporciona una orientación sobre cómo emplear estas herramientas para el empoderamiento del individuo en la sociedad, es decir, para que el individuo sea capaz de reclamar su derecho de elección acerca de la dirección que ha de tomar la sociedad, para que actúe como se actuaba en la sociedad de antes.
De este modo, a través de la Filosofía se proporciona una vía de acceso a la rehumanización del mundo, para que la prioridad deje de ser el dinero y este sea meramente una herramienta, dejando ese lugar prioritario al de valores tan imprescindibles y distantes de lo monetario como es una vida.